¿Cómo Protejo a mi Gato del Calor?
Trucos para que los gatos no pasen calor

No tuvo más remedio que desplegar todos los trucos para que los gastos no pasen calor que había aprendido.

Córdoba, mes de julio.

El mercurio había sobrepasado —otra vez— los 43 grados centígrados.

“Cada vez son más frecuentes las olas de calor”, repetían una y otra vez los medios de comunicación.

Y Luis pensaba que “vaya noticia. Lo sabemos. Y lo peor de todo es que no estamos haciendo nada para cambiar esta situación”.

También pensó a continuación que de nada servía lamentarse.

El cambio climático estaba ya entre nosotros y lo que había que hacer era prepararse, no ya para esta ola de calor, sino para las sucesivas que se habían anunciado.

Por supuesto que él iba a adoptar todas las medidas necesarias para resguardarse del intenso calor.

Y también iba a preparar a su inseparable gato bengalí, Tito, para que pasara el verano sin sobresaltos.

Que no sufriera un golpe de calor.

 
 


Los Primeros Trucos para que los Gatos no Pasen Calor

Dicho y hecho.

Luis se había documentado y sabía que había que acondicionar la casa para que Tito se sintiera a gusto.

Había consultado en internet. Tecleó “trucos para que los gatos no pasen calor en verano”.

Y como buen dueño de mascota, confirmó toda la información recogida con un veterinario.

¿Por dónde empezar? Por mantener la casa fresca.

En primer lugar, había que jugar con las persianas. Cerrarlas antes de que el sol “martilleara” y abrirlas para aprovechar el poco aire frío que existía a última hora de la tarde y primera de la mañana.

Como sabía que eso no sería suficiente debido a las muchas noches tropicales que se avecinaban, instaló ventiladores en las habitaciones donde todavía no los tenía.

Su objetivo era que circulara el aire fresco.

No era partidario de poner en marcha el aparato de aire acondicionado, por aquello de no contribuir más al efecto invernadero. No obstante, hacía años que tenía uno en el comedor. Solo por si acaso.

Este verano probó otra novedad. Cortinas térmicas, especialmente diseñadas para no dejar pasar ni un rayo de sol.


Cuidados Específicos para su Gato Bengalí

Bien. La casa estaba preparada. Pero en su proceso de documentación, Luis sabía que tenía que proporcionarle a Tito una serie de cuidados especiales.

En primer lugar, debía vigilar que su felino estuviera siempre hidratado. Los gatos son de beber poca agua, pero él insistiría y le colocó cuencos con agua fresca por todos los rincones de la casa.

Otra de las medidas necesarias para que su amigo estuviera fresco era cortarle el pelo para que se sintiera más fresco. Concertó una cita con su veterinario.

También había que cepillarlo regularmente para evitar que se le acumulara el pelo muerto y se sobrecalentara.

Era una tarea que se anotó para hacer cada día. Al menos mientras este insoportable calor no cejara.

Por supuesto que su hora de juegos se trasladó a última hora de la tarde para evitar las más calurosas.

A los gatos no les gusta el agua. Pero Luis encontró la solución colocando toallas húmedas en los lugares de descanso de Tito.

De esta manera, sin que se diera cuenta, se refrescaría y evitaría el tan temido golpe de calor

En definitiva. Lo que Luis se propuso para que su fiel amigo no sufriera los rigores de las olas de calor fue una tarea de continua vigilancia.

Tito miraba a Luis mientras hacía todos los preparativos.

El gesto del gato, su mirada, daba a entender que Tito estaba muy agradecido por los esfuerzos de su amo.

Con sus penetrantes ojos parecía que le estuviera dando las gracias.

Pero, ¿los Gatos Tienen Calor?

Sí. Rotundamente sí. Son mascotas muy sensibles al calor.  Y lo son más si el gato tiene sobrepeso o sufre algún tipo de enfermedad.

Como ves, en este sentido no se diferencian en absoluto a lo que sentimos los humanos.

Y, como puedes comprobar, la alimentación en los gatos cobra especial importancia. También en nosotros, los humanos.

Si las temperaturas son muy altas, como en el caso de Córdoba y en otras muchas zonas de España, los gatos sufren los mismos efectos que nosotros.

Empiezan a sentir los efectos del calor por encima de los 30 grados y, si los observas, verás que, de inmediato, buscan las zonas más frescas de la casa.


¿Pueden los Gatos Sufrir un Golpe de Calor?

Es otra pregunta a la que debemos responder también con un rotundo sí. Su temperatura está entre los 38 y los 39,5 grados centígrados.

Por encima de estos registros es muy posible que esté sufriendo un golpe de calor.

¿Cómo detectar que mi Gato está Sufriendo un golpe de Calor?

Por esto, tal y como ha hecho Luis con su gato Tito, es fundamental una vigilancia continua y observar estos síntomas que te vamos a detallar a continuación y que pueden ser el preludio de un golpe de calor:

  • El gato consume mucha más agua de la que es habitual incluso en días de mucho calor.
  • Si notas que está jadeando de manera excesiva.
  • Su respiración es irregular.
  • Si ves que tiene espasmos musculares.
  • Mira que su lengua no esté azulada.
  • Otro de los síntomas es que esté salivando demasiado.
  • Por supuesto, si tiene convulsiones y se desmaya.

No hace falta que te indiquemos que, si notas algunos de estos síntomas, llévalo inmediatamente a tu veterinario

Los Mejores Trucos para Refrescar a tu Gato

Y para finalizar te damos algunos buenos consejos para que tu gato siempre esté fresco y no tengas que lamentar un golpe de calor. Son los siguientes:

  • Aunque parezca a estas alturas una perogrullada no está de más recordarlo. Proteger a tu gato del sol.
  • Que siempre tenga agua fresca en el bebedero.
  • Refresca, tal y como ha hecho Luis, todas las estancias de la casa y, sobre todo, en los lugares preferidos de tu mascota.
  • Haz que descanse en las horas más calurosas.
  • Cepíllalo cada día para evitar que se le forme una capa de pelo muerto.
  • Usa toallas húmedas en los lugares donde descansa.

Lo dejamos aquí. Hemos querido recordarte lo importante que es que protejas a tu gato del calor.

Y sí. Los gatos notan el calor y pueden sufrir un golpe de calor. Como tú, exactamente igual que tú.

Si quieres a tu gato —y estamos convencidos de que sí— harás caso a los consejos que te hemos dado en este post.

¿Verdad que sí?


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